Hace una semana, el estudio de diseño y comunicación Comando Suricato y el colectivo Entropy Factory han lanzado la plataforma Creative Chain de registro de obras, propiedad intelectual y licencias copyleft en la blockchain. Según se explica en la web del proyecto, el objetivo de Creativechain es crear un sistema descentralizado de registro y distribución de cultura libre en la red que ayude a visibilizar y financiar a las personas creadoras que trabajan con licencias copyleft. El término «cadena creativa» (creative chain) hace referencia a la relación que se establece entre dos o más creaciones artísticas y/o intelectuales cuando comparten una misma referencia o se nutren unas de otras, como por ejemplo cuando un artista se apropia de una imagen para crear una obra. Las creaciones circulan de un sitio a otro y de un contexto a otro perdiendo en muchos casos su autoría, lo cual puede generar notorios conflictos, como el que se produjo entre la pintora Joy Garnett y la fotógrafa Susan Meiselas en 2004, suscitando una breve pero intensa reacción en la Red (la disputa y sus reacciones se popularizaron con el término Joywar) o la más reciente polémica por la apropiación de las fotos de diversos usuarios de Instagram por parte del artista Richard Prince.

Esta circulación sin atribución de los contenidos en Internet no formaba parte del plan original del creador del hipertexto, Ted Nelson, quien en su Proyecto Xanadú contemplaba la posibilidad de establecer enlaces bidireccionales que permitiesen saber en todo momento de dónde proviene un contenido e incluso estudiaba la manera en que los autores podían recibir una compensación económica cada vez que se consultaban sus textos. Hoy en día, la tecnología blockchain permite registrar, trazar y visualizar en un archivo público descentralizado todas las conexiones que se generen entre cualquier creación. Empresas como Ascribe o Monegraph ya están desarrollando plataformas para emplear esta tecnología en la creación de un repositorio de contenidos (fotos, textos, obras de arte, etc.) que permita certificar en todo momento tanto la autoría del contenido como los usos que se han hecho del mismo. En el caso de Ascribe, esto se traduce por ejemplo en un modelo de negocio basado en proporcionar el servicio de registro y rastreo del uso de fotos de stock en sitios web.

Creative Chain está desarrollando una cartera virtual descentralizada donde se almacena el registro de todas tus obras y sus licencias de distribución. de manera que cada obra tiene una dirección única asociada. Cuando alguien realiza un pago a una obra se reparte un porcentaje a toda la cadena de obras que le suceden. Así, la recompensa o donación se extiende de forma automáticamente a todas la obras derivadas que han participado cediendo parte de su obra. El sistema une así al reconocimiento de autoría la remuneración económica, de forma similar a como planteaba Ted Nelson el funcionamiento de los hipervínculos, buscando así facilitar que los creadores obtengan una financiación por sus creaciones, acorde con la difusión de sus creaciones.

Aún en fase beta, el proyecto ya permite registrar obras e irá desarrollándose en los próximos meses. Creative Chain se suma así a diversas iniciativas que están aprovechando las posibilidades de la blockchain o cadena de bloques más allá de la polémica, críptica y poco conocida Bitcoin. Sumadas, estas iniciativas pueden cambiar el panorama de la distribución de contenidos en Internet y las atribuciones de autoría, además de generar nuevos modelos de financiación para los creadores. Con todo, las implicaciones y el alcance de este sistema son aún una incógnita.

 

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